Ficha Técnica de Curación de heridas:
La curación de las heridas se inicia con la limpieza y desinfección, pudiendo requerirse debridamiento y posterior colocación de apósitos. El tratamiento específico depende de la topografía, extensión, profundidad. En relación con las heridas crónicas, deben tomarse en consideración las condiciones del lecho, vascularización del área y eventual presencia de infección. La cura tradicional o seca, utiliza gasas o apósitos pasivos, cubriendo la herida para aislarla y colectar secreciones, sin interactuar con el lecho. El recambio de estas curaciones es diario. La cura húmeda, utiliza gasas embebidas en suero fisiológico o apósitos estériles, que mantienen un microambiente húmedo que favorece la cicatrización. Son más efectivas para el control de la infección, reducen el dolor y el olor. Pueden contener sustancias tópicas antiinfecciosas y cicatrizantes. Su recambio suele realizarse cada 3-7 días. El tratamiento de heridas con oxígeno hiperbárico o con dispositivos de presión tópica negativa, son de alta eficacia y reducen tanto las complicaciones como el tiempo de cicatrización.