Detalle Farmaco

Los antiepilépticos incluyen un grupo heterogéneo de fármacos con diferentes mecanismos de acción, indicados en la prevención y control de las crisis epilépticas. Entre el 37 y 47% de los pacientes logran control adecuado de las crisis con el fármaco inicial. La epilepsia es una enfermedad caracterizada por la reiteración de crisis asociadas con alteraciones neurológicas causadas por descargas hipersincrónicas aberrantes en la corteza cerebral. Las crisis generalizadas incluyen las crisis de origen motor y las crisis de origen no-motor (ausencias), ambas con pérdida de conciencia. Las crisis focales pueden generalizarse secundariamente, siendo de origen motor o no-motor, con compromiso parcial o sin compromiso de la conciencia. Los distintos fármacos antiepilépticos se clasifican de acuerdo a su mecanismo de acción principal: -activos sobre los canales de sodio -activos sobre los canales de calcio -activos sobre receptores GABA -mecanismo de acción múltiple. En tratamientos de politerapia se combinan antiepilépticos con diferente mecanismo de acción, teniendo presentes las interacciones (principalmente la elevación o disminución de los niveles a través de la inducción o inhibición de enzimas del citocromo P450), la necesidad de monitoreo y control de sus efectos secundarios. La dosificación de un fármaco antiepiléptico está indicada cuando no se obtiene control clínico de las crisis, se duda de la adherencia o cumplimiento, se agregan o retiran otros antiepilépticos o los efectos secundarios hacen sospechar niveles tóxicos. El retiro de un fármaco antiepiléptico debe hacerse de manera gradual para evitar precipitar una crisis. Algunos fármacos antiepilépticos se indican también en el tratamiento de la migraña, cefaleas y dolor neuropático.