Ficha Técnica de Vacunas:
Las vacunas son productos biológicos utilizados para lograr inmunización activa artificial. Deben ser inocuas, eficaces y conferir inmunidad a largo plazo (memoria inmunológica) a partir de los linfocitos T y B. Se obtienen principalmente a partir de cultivos celulares, lo que hace a cada producto único, no intercambiable y con inmunogenicidad específica. La inmunización puede dar como resultado una actividad antitoxina, antiinvasora, neutralizante u otros tipos de respuesta humoral o celular protectora en el receptor. Algunas vacunas inducen alto grado de protección contra la enfermedad durante toda la vida, mientras que otras brindan protección parcial, requiriendo varias dosis de refuerzo para permitir mantener la inmunidad adecuada. La exposición por primera vez a un antígeno (Ag) genera una respuesta inmune primaria en base a IgM, con un pico a los 5 y 14 días; luego se produce una respuesta de IgG y/o IgA con un pico a las 2 a 8 semanas. La respuesta primaria, al menos en parte, es independiente de las células T. Ante una reexposición al mismo Ag, se produce una respuesta secundaria en la cual la IgG y/o IgA aparecen antes, a los 3-5 días con mayor titulación de IgG e IgA y menor IgM. En esta respuesta secundaria participan las células T activadas. En reiteradas exposiciones subsecuentes, como en las dosis de refuerzo, los títulos de anticuerpos (Ac) se elevan aún más, hasta alcanzar una meseta. Las vacunas se clasifican según los agentes patógenos para los que confieren inmunidad (bacterianas, virales y vacunas combinadas), y según su origen: las basadas en microorganismos vivos y aquellas compuestas por microorganismos inactivados o subunidades de los mismos. - Vacunas a microorganismos vivos atenuados: producidas con microorganismos que han perdido su virulencia tras pases sucesivos por medios de cultivo, pero conservan su antigenicidad. Provocan una respuesta intensa con gran contenido de anticuerpos y mayor persistencia. Suele ser suficiente una sola dosis para proteger de por vida, aunque se recomienda en general una segunda dosis para corregir posibles fallos primarios. - Vacunas a microorganismos muertos: el antígeno se inactiva por métodos físicos o químicos sin alterar la capacidad de provocar una respuesta protectora, la respuesta inmune puede ser menos potente que la generada por las vacunas a gérmenes vivos, por lo que requieren varias dosis. - Vacunas de subunidades, fracciones o antígenos purificados: - Vacunas con toxoides: exotoxinas bacterianas que conservan antigenicidad y pierden toxicidad. - Vacunas víricas con fragmentos: que son seleccionados a partir del agente infeccioso. - Vacunas bacterianas que contienen componentes bacterianos: polisacáridos capsulares aislados o conjugados con una proteína transportadora que aumenta la inmunogenicidad, estimulan las células T colaboradoras y la formación de anticuerpos, pero son estimuladores débiles de la respuesta citotóxica. Los adyuvantes son compuestos incorporados a las vacunas para aumentar o prolongar su inmunogenicidad, lo que permite disminuir la cantidad de antígeno utilizado en cada dosis; provocan mayor reactogenicidad local debido a mayor inducción local de inflamación y activación del sistema inmune. Pueden ser administradas por vía oral (rotavirus), S/C o I/M profunda, esta última especialmente las que tienen adyuvantes, y es útil para atenuar las reacciones locales.