Detalle Farmaco

La insuficiencia cardíaca (IC) constituye la vía final común de varias enfermedades que afectan el miocardio, pericardio y epicardio, principalmente cardiopatía isquémica, hipertensión arterial, miocardiopatías, valvulopatías, miocarditis y toxicidad por fármacos. La IC se clasifica según su evolución en aguda o crónica, o según el mecanismo de regulación de la función cardíaca que se encuentre alterado: la contractilidad, la precarga, la poscarga y la frecuencia cardíaca (FC). Al constituirse la insuficiencia, el organismo desarrolla mecanismos neurohormonales de compensación a nivel cardíaco (dilatación o hipertrofia ventricular) y periférico (redistribución de flujo sanguíneo, aumento de la volemia, aumento de la extracción tisular de oxígeno y metabolismo anaerobio). El tratamiento farmacológico de la IC crónica está dirigido a reducir la retención hidrosalina y las resistencias vasculares sistémicas, así como a la modulación neurohormonal del sistema beta adrenérgico y del sistema renina-angiotensina-aldosterona. En la IC aguda se utiliza la morfina por su acción venodilatadora y disminución de la sensación de disnea, diuréticos de asa y vasodilatadores como la nitroglicerina. En pacientes con síndrome de bajo gasto cardíaco, refractarios a vasodilatadores y diuréticos, se indican inotrópicos simpaticomiméticos. En el tratamiento crónico se utilizan distintos grupos terapéuticos: diuréticos, IECA, betabloqueantes, digoxina, ARA II y más recientemente ivabradina, inhibidores de la neprilisina y empagliflozina.