Detalle Farmaco

La Hemoterapia o Medicina Transfusional conjuga aspectos clínicos y de laboratorio vinculados a la terapia con sangre, hemocomponentes y/o hemoderivados. Su objetivo es lograr un máximo aprovechamiento de un recurso escaso como es la sangre, brindando al paciente el componente necesario en la cantidad precisa y a la concentración adecuada. La práctica de la especialidad abarca el manejo de técnicas y procedimientos especiales de extracción, preparación, conservación, transporte y transfusión. La sangre puede ser transfundida entera o en sus distintos componentes: plasma, crioprecipitado, concentrados de hematíes o glóbulos rojos, concentrados de plaquetas preparados por hemaféresis o por centrifugación diferencial. Del plasma a su vez se extraen distintos derivados como albúmina, gammaglobulinas y factores de la coagulación, a través de un proceso denominado fraccionamiento. La transfusión de componentes sanguíneos implica riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas del donante al receptor. Este riesgo se ha minimizado actualmente a partir de la aplicación de diversas técnicas. Las plaquetas y el plasma pueden someterse a procesos fisicoquímicos de reducción de gérmenes, no obstante lo cual la garantía de esterilidad no llega a ser absoluta. Los métodos térmicos o químicos de inactivación de patógenos han disminuido considerablemente el riesgo de transmisión de agentes infecciosos por hemoderivados, para cuya producción se requiere un importante número de donantes. Más recientemente se han desarrollado productos recombinantes que también son utilizados en la especialidad.