Aumenta la resistencia a los antibióticos para la gonorrea
Datos de 77 países indican que la resistencia a los antibióticos está haciendo a la gonorrea -una infección de transmisión sexual– más difícil de tratar.
La OMS reporta una resistencia generalizada a los antibióticos más antiguos y más baratos. Algunos países –particularmente aquellos de ingresos altos, donde la vigilancia es mejor– están encontrando casos de la infección que no son tratables por todos los antibióticos conocidos.
«Estos casos pueden ser la punta del iceberg, ya que los sistemas para diagnosticar y notificar las infecciones no tratables faltan en los países de menores ingresos donde la gonorrea es en realidad más común», agrega Wi.
Cada año, unas 78 millones de personas se infectan con gonorrea en el mundo. De ellos, 11 millones pertenecen a la región de las Américas. Las complicaciones de la gonorrea afectan desproporcionadamente a las mujeres, incluidas la enfermedad pélvica inflamatoria, el embarazo ectópico y la infertilidad, así como un mayor riesgo de VIH.
El descenso en el uso del condón, mayor urbanización y viajes, tasas de detección de infecciones deficientes y tratamiento inadecuado o fracasado, contribuyen a este aumento.
Monitoreo de la farmacorresistencia
El Programa de Vigilancia de la Resistencia de Gonococos a los Antimicrobianosde la OMS (GASP OMS), vigila tendencias en gonorrea farmacorresistente. Los datos de GASP OMS desde 2009 al 2014 encuentran una resistencia generalizada a la ciprofloxacina [97% de los países que reportaron datos en ese período encontraron cepas farmacorresistentes], creciente resistencia a azitromicina [81%] y la aparición de resistencia al actual tratamiento de último recurso: las cefalosporinas de espectro prolongado (ESCs), la cefixima oral o ceftriaxona inyectable [66%].
Actualmente, en la mayoría de los países, los ESCs son el único antibiótico que sigue siendo eficaz para tratar la gonorrea. Pero la resistencia a la cefixima –y más rara vez a ceftriaxona– ahora se ha informado en más de 50 países. Como resultado, la OMS formuló recomendaciones actualizadas mundiales de tratamientos en 2016 recomendando a los médicos que administren dos antibióticos: ceftriaxona y azitromicina.
Desarrollo de nuevos fármacos
El conjunto de proyectos de investigación y desarrollo en curso para gonorrea está relativamente vacío, con solo tres nuevos medicamentos en diversas etapas de desarrollo clínico (fase II y III).
El desarrollo de antibióticos nuevos no es muy atractivo para las empresas farmacéuticas comerciales. Los tratamientos se toman solo por períodos cortos (a diferencia de medicamentos para enfermedades crónicas) y se vuelven menos eficaces según se presenta la resistencia, lo que quiere decir que el suministro de medicamentos nuevos debe renovarse constantemente.
La Iniciativa Medicamentos para Enfermedades Olvidadas (DNDi, por sus siglas en Inglés) y la OMS han lanzado la Asociación Mundial de Investigación y Desarrollo de Antibióticos (GARDP, por sus siglas en Inglés), una organización sin fines de lucro, albergada por DNDi, para abordar este tema. La misión de GARDP es desarrollar tratamientos nuevos de antibióticos y promover su uso apropiado. Una de las prioridades clave de GARDP es el desarrollo de tratamientos nuevos de antibióticos para la gonorrea.
Prevención de la gonorrea
La gonorrea puede prevenirse mediante el comportamiento sexual seguro, en particular el uso consistente y correcto de preservativos. La información, la educación y la comunicación pueden promover y permitir las prácticas sexuales de menor riesgo, mejorar la capacidad de las personas de reconocer los síntomas de la gonorrea y otras infecciones de transmisión sexual y aumentar la probabilidad de solicitar atención.
No hay ninguna prueba asequible, rápida, y de diagnóstico en el lugar de atención para la gonorrea. Muchas personas que están infectadas no tienen los síntomas, de manera que están sin diagnosticar y sin tratar.
“Para controlar la gonorrea necesitamos herramientas y sistemas nuevos para mejor la prevención, tratamiento, diagnóstico temprano y seguimiento y notificación más completos de nuevas infecciones, del uso de antibióticos, de la resistencia y fracasos terapéuticos», sostuvo Marc Sprenger, Director de la Secretaría para la resistencia a los antimicrobianos de la OMS. «En concreto, necesitamos nuevos antibióticos, así como pruebas diagnósticas rápidas, exactas, y en el lugar de atención –idealmente, aquellos que puedan predecir que antibióticos funcionarán para esa infección en particular–, y a más largo plazo, necesitamos una vacuna para prevenir la gonorrea».
Fuente: OPS